miércoles, 24 de marzo de 2010

Mi Lugar

Mi lugar estaba, evidentemente existía. Pero como todas las cosas, concluyen en algun momento de la exitencia, y terminan. O simplemente cambian y dejan de ser lo que eran.
El problema a partir de ahí, es encontrar otro lugar, otro espacio parecido, ALGO. Un poco significativo capaz, el cual me conforme hasta nuevo aviso.

lunes, 15 de marzo de 2010

La Comida

A la hora de comer, todos estamos de acuerdo, nadie recrimina nada y de hecho hasta puede generarse un clima de tranquilidad jamás antes logrado. De hecho, este suceso puede ocurrir en familia, como entre amigos o conocidos.
Comunmente, siempre hay alguien que rompe la teoría establecida, y es quien genera una charla-debate en medio de la mesa, haciendo que la comida sea indigesta y hasta tenga feo sabor, aunque su planteo sea de nuestro agrado.
Es de saber, que cualquier tema que plantee una situación problemática, hablada en el medio de una comida puede ser realmente caótico, incluso mucho más que en cualquier otra situación, generando un drama descomunal.
Por lo general, dentro de este choque frontal, no están incluídos todos los degustadores presentes en la mesa, pero inevitablemente se genera una obligación a formar parte del mismo, haciendo que la comida en cuestión se vuelva más indigesta aún.
De hecho, la comida deja de ser saboreable y gustosa, pasando a ser solamente el punto de unión entre los grupos que se forman en la mesa. Claro, me olvidaba, a partir de problema planteado, se generan bandos, en los cuales todos debemos participar, ya que al no hacerlo queda excluído de mala manera por todos los integrantes de la mesa. Por ende, uno siempre intenta unirse a un grupo, más allá de un interés particular, ya que es preferible quedar enfrentado con un pequeño grupo de personas, que con todo el grupo en sí.
De hecho, un planteo de esta forma, puede durar horas, y hablo de horas largas, generando un desgaste en la misma, y en los mismos (es decir, grupos).
Al final del día, ya nadie quiere hablar del tema, de hecho la comida no se ha terminado, pues está fría y nadie quiere tragarla, por ende se la regalamos al perro, o simplemente la tiramos, suspirando el hecho de desechar esa cantidad de comida, y odiando a las personas que iniciaron un debate en medio de una comida.
Eso sí, el domingo siguiente volveremos con más canelones para tirar.