Querido amigo.

Antes de comenzar, quisiera contarte que estas breves palabras, las escribí hace unos años, allá por el año 2006, no recuerdo exactamente. Ahí va.

El motivo de estas palabras, fue que luego de una extraordinaria tarde junto a vos me di cuenta de todo lo que te quería y todo lo que disfrutaba estando con vos.
Me encanta acordarme de todas las cosas que puedo acordarme. Me encanta que vos también te las acuerdes. Me encanta que nos acordemos y las contemos en esas cenas familiares, y todos se rían de las cosas que hacíamos (entre las que se incluyen a nuestras hermanas). El disfrute con cada abrazo que nos damos, como si no fueramos a vernos por mucho tiempo. El afecto que te tengo, no sé, no es igual a nada, no existe algo asi con otra persona. Es algo completamente distinto.
Vos Lauti, hacés que note todas las cosas buenas que tengo, me haces madurar y más de una vez me dejas pensando y reflexionando sobre lo que es el mundo. Te siento mi compañero, mi amigo y mi confidente. Confío tanto en vos que hasta a veces me encierro sólo en eso, y muchas veces concurro primero a vos antes de ir hacia los demás. Tu opinión es más que fundamental en mi vida, y tu alegría por mis logros los hacen más satisfactorios aún.
Yo te quiero mucho, y estoy muy contenta de que tengamos esto que tenemos. Te quiero Lauti.

Lu.