lunes, 10 de noviembre de 2008

No hay razones claras por las que yo justifique la acción que estoy llevando a cabo. Diversas maneras de pensarlo manejan mi forma de reflexionar, y las voces que pican por todos lados me molestan y no me molestan.
No es cuestión de pensar en mi vida y en lo demás, pero en un punto sí. Tengo novecientas treinta y dos dudas que todavía no pude resolver. Son como razonamientos que tenés que sacar por modus tollens y las reglas de inferencia. Un kilombo piola, diría una capa que conozco.
Es esa cuestión de recaer en las mismas cosas, no aprendés más flaquita. Como si tuvieras la sensacion de que hoy es tu decisión, pero hoy es ya, ahora y en este momento. Como si todas esas cosas cambiaran el rumbo de todo lo demás, como si de repente pasaras a ser otra cosa, algo peor, o mejor, según quien lo mire.
Tenes miedo, se nota. Te pasa algo? No, y lloras veintidos horas consecutivas. Qué pasa chabona? No see, bah si se, y si, obvio que sabes, no te hagas la logi. No decidas nada, no pienses nada, hace lo que sientas, decile lo que sientas, pensa lo que sientas, hace lo que quieras. No pienses de más.

2 comentarios:

Maru dijo...

te entendí todo, lo que pusiste y lo que quisiste decir por debajo de eso, no te hagas la gila que vos y yo TENEMOS que hablar :)
te adoro flaquitaaa
y sabes que?
pensar nunca hace bien :)

El Mono dijo...

muy bueno!! nuestro cerebro pudede jugarnos en contra, es un aliado-enemigo que vive adentro.

los monos piensan con la panza.